SEVILLA FESTIVAL DE CINE – SECCIÓN SHOOTING STARS PLAYA VACÍA
Brevedad, en todos los sentidos
estonia, 2006.
título original: tühirand. director: veiko öunpuu. producción: katrin kissa. guión: mati unt, v. öunpuu, rain tolk. fotografía: mart taniel. música: ülo krigul. montaje: jan eric nögisto, m. taniel, tambet tasuja. intérpretes: r. tolk, taavi eelmaa, maarja jakobson, mirtel pohla, juhan ulfsak.
La pálida piel de la actriz protagonista de este filme ya hacía presagiar (aunque entonces no lo sabíamos) lo que a continuación, después de que ella presentara el filme al público, íbamos a presenciar. Esto es, total carencia de color, en una historia sin chicha ni limoná, que, afortunadamente, sólo duraba cuarenta minutos.
Y es que en este híbrido de cortometraje y filme con todas las letras, ofrece más bien poco, y sus personajes resultan insulsos, tan vacíos como la playa del título.
Mati es un ser intelectual al que una sucesión de situaciones le llevan a tener que pasar el fin de semana con su mujer y Eduard, el amante de ésta. Los tres tendrán que pasar esos días juntos en la casa de playa de Eduard, rodeados de paisajes extensos y desiertos. Mati se esforzará en recuperar a su mujer, pero sus escasas capacidades le harán que el asunto le sea difícil. A no ser, claro, que sea él el que se desentienda de su mujer y se interese en otra. Esa será la única posibilidad de que su mujer vuelva a sentir cierta atracción por él.
La cinta, rodada en pocos días, con un presupuesto exiguo, y con un equipo de amigos como intérpretes, es una supuesta comedia que no provoca la más mínima risa (o eso, o yo no termino de entender el humor estonio). Los personajes son meras caricaturas, seres uniformes que reflejan todo lo contrario de lo que se supone deberían reflejar: el galán mujeriego ofrece una enorme variedad de poses y ademanes que lo alejan de la figura que representa, acercándolo a su opuesto; el intelectual tiene menos luces aún que el supuesto galán; y la chica es lo más parecido a un poste, sin participar en nada de lo que realmente le compete, moviéndose hacia donde sopla el viento y dejándose llevar (o que la lleven) hacia uno u otro lado –de hecho, son los dos protagonistas masculinos, los que se disputan su amor, los que dicen de quién está enamorada ella, a quién quiere realmente, qué es lo que le gusta, etc–.Resulta difícil comprender cómo la chica protagonista (una Maarja Jakobson que resulta mucho más hermosa en carne y hueso que en la pantalla, al menos en este filme) ha sido seleccionada para formar parte de las Shooting Stars, esas promesas jóvenes del cine europeo (por España, este año, ha sido elegida Marta Etura), con esta película, que espero no sea su mejor trabajo, porque, sinceramente, dejaría mucho que desear sobre su hacer.
estonia, 2006.
título original: tühirand. director: veiko öunpuu. producción: katrin kissa. guión: mati unt, v. öunpuu, rain tolk. fotografía: mart taniel. música: ülo krigul. montaje: jan eric nögisto, m. taniel, tambet tasuja. intérpretes: r. tolk, taavi eelmaa, maarja jakobson, mirtel pohla, juhan ulfsak.
La pálida piel de la actriz protagonista de este filme ya hacía presagiar (aunque entonces no lo sabíamos) lo que a continuación, después de que ella presentara el filme al público, íbamos a presenciar. Esto es, total carencia de color, en una historia sin chicha ni limoná, que, afortunadamente, sólo duraba cuarenta minutos.
Y es que en este híbrido de cortometraje y filme con todas las letras, ofrece más bien poco, y sus personajes resultan insulsos, tan vacíos como la playa del título.
Mati es un ser intelectual al que una sucesión de situaciones le llevan a tener que pasar el fin de semana con su mujer y Eduard, el amante de ésta. Los tres tendrán que pasar esos días juntos en la casa de playa de Eduard, rodeados de paisajes extensos y desiertos. Mati se esforzará en recuperar a su mujer, pero sus escasas capacidades le harán que el asunto le sea difícil. A no ser, claro, que sea él el que se desentienda de su mujer y se interese en otra. Esa será la única posibilidad de que su mujer vuelva a sentir cierta atracción por él.
La cinta, rodada en pocos días, con un presupuesto exiguo, y con un equipo de amigos como intérpretes, es una supuesta comedia que no provoca la más mínima risa (o eso, o yo no termino de entender el humor estonio). Los personajes son meras caricaturas, seres uniformes que reflejan todo lo contrario de lo que se supone deberían reflejar: el galán mujeriego ofrece una enorme variedad de poses y ademanes que lo alejan de la figura que representa, acercándolo a su opuesto; el intelectual tiene menos luces aún que el supuesto galán; y la chica es lo más parecido a un poste, sin participar en nada de lo que realmente le compete, moviéndose hacia donde sopla el viento y dejándose llevar (o que la lleven) hacia uno u otro lado –de hecho, son los dos protagonistas masculinos, los que se disputan su amor, los que dicen de quién está enamorada ella, a quién quiere realmente, qué es lo que le gusta, etc–.Resulta difícil comprender cómo la chica protagonista (una Maarja Jakobson que resulta mucho más hermosa en carne y hueso que en la pantalla, al menos en este filme) ha sido seleccionada para formar parte de las Shooting Stars, esas promesas jóvenes del cine europeo (por España, este año, ha sido elegida Marta Etura), con esta película, que espero no sea su mejor trabajo, porque, sinceramente, dejaría mucho que desear sobre su hacer.
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