14.1.07

EL PERFUME: HISTORIA DE UN ASESINO

El aroma de un gran éxito

alemania-francia-españa, 2006.
título original: perfume: history of a murderer. director: tom tykwer. producción: bernd eichinger. guión: andrew birkin y b. Eichinger, basado en la novela de patrick süskind. fotografía: frank grieber. música: t. tykwer, reinhold heil y johnny klimek. montaje: alexander berner. intérpretes: ben whishaw, dustin hoffman, alan rickman, rachel hurd-wood, simon chandler, david calder, birgit minichmayr, reg wilson, sian thomas, perry mildward, sam douglas, jaume montané, karoline herfurth, sara forestier, corinna harfouch.

Que la novela El perfume, escrita y publicada por el alemán Patrick Süskind a mediados de los años ochenta, es una de las mejores obras del pasado siglo XX es un hecho indiscutible. Sus miles de admiradores (prácticamente todo el que lee el libro se convierte en uno de ellos) así lo avalan.
El perfume era un proyecto altamente deseado para llevar a la gran pantalla. Pero era harto complicado por las dificultades inherentes al texto, más centrada en los aspectos más sensoriales que en contar una historia, que la hay, y muy interesante, aunque los elementos olfativos eran fundamentales, y su dificultad para trasladarlo al cine, evidente.
Ha tenido que ser un compatriota del escritor, el germano Tom Tykwer, el que se haya embarcado en el proyecto, cuyo resultado ha sido una obra que enamorará al mismo nivel que es texto escrito, pese a que tenga algunas carencias.
La cinta narra la vida de Jean-Baptiste Grenouille, un hombre que nace con un prodigioso olfato, un don que le subyuga, porque no distingue entre buenos y malos olores, sólo entre los nuevos. Tras muchas ocupaciones consigue entrar a trabajar como ayudante de un perfumista. Justo cuando descubre un nuevo olor que le enamorará, el de una joven vendedora de ciruelas, a la que en su afán de capturar su esencia, matará. Desde entonces, su obsesión será capturar esos bellos aromas, para preservarlos para siempre, con lo que comenzará una serie de asesinatos, de los que no dejará la más mínima pista, causando el pánico entre la población.
El perfume es la más clásica de las obras de Tykwer desde el punto de vista del trabajo de planificación y montaje. Si, ciertamente, hay cierta modernidad y ciertos logros en algunos momentos, sobre todo en las escenas en las que Grenouille descubre un nuevo aroma, éstos están lejos de los conseguidos con sus anteriores películas (Soñadores -no confundir con la cinta homónima de Bertolucci-, Corre Lola, corre o La princesa y el guerrero), donde había conseguido asombrosos logros estéticos, innovaciones estilísticas, en su trabajo con el color, el espacio y el tiempo, la planificación, el montaje y la música.
De hecho, en este último aspecto, Tykwer tiene uno de sus puntos fuertes. Las melodías (que, como en sus anteriores cintas, están compuestas por el propio director y sus compañeros Heil y Klimek, los tres componentes del grupo Pale 3) son deliciosas, puntuando a la perfección cada momento.
La cinta está repleta de buenos momentos, no en vano está en manos de un gran director, aunque hay que reconocer que en la escena cumbre, la del extásis final (creada con la ayuda de La Fura dels Baus), está rodada de forma errónea, alargándola demasiado (el libro la resuelve en tres párrafos), y con una planificación equivocada.

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