7.10.12

EL ARTISTA Y LA MODELO

Estudio del proceso creativo 


españa, 2012.
director: fernando trueba. producción: cristina huete. guion: fernando trueba, jean-claude carrière. fotografía: daniel vilar. montaje: marta velasco. intérpretes: jean rochefort, aida folch, claudia cardinale, götz otto, chus lampreave, christian sinniger, martin gamet.





Filmada en blanco y negro, sin banda sonora, Fernando Trueba ha rodado la que es su mejor película en mucho, mucho tiempo. La cinta le ha servido para ganar el premio al mejor director en el recientemente concluido Festival de Cine de San Sebastián, y era una de las candidatas a ser nominada por nuestro país para competir por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa (la cinta, a pesar de ser española, está rodada casi en su integridad en francés). Finalmente no fue la elegida, aunque quizás fuese la que más posibilidades tenía de acabar, al menos, con la nominación, ya que la Blancanieves de Berger que ha resultado seleccionada está envuelta en la polémica animalista y puede verse, además, lastrada por el éxito, el pasado año, de The artist
La cinta transcurre en un pueblo de los Pirineos franceses en plena Segunda Guerra Mundial. Está protagonizada por un viejo escultor, que hace tiempo que dejó de trabajar, pero que sigue buscando la Idea definitiva que le ayude a crear su obra maestra, y una joven española huida del franquismo que es rescatada y ayudada por la mujer del anciano, y que se convierte en su nueva musa. El artista y la modelo narra la bella relación que nace y se desarrolla entre ambos, en la que los dos aprenden y enseñan, se nutren y se muestran (Jean Rochefort y Aida Folch están magníficos), y sobre el lento y detallista proceso creativo, del boceto a la piedra, desde que surge la idea hasta que surge algo tangible. O dicho de otro modo, la versión escultórica de la hermosa y pictórica La bella mentirosa (Rivette, 1991) 
Fernando Trueba hizo debutar a Aida Folch, cuando esta era aún una quinceañera, en El embrujo de Shanghai. Ahora, unos años después, director y actriz vuelven a coincidir en una hermosa película (que, no obstante, también tiene sus carencias), en la que el realizador recorre la anatomía de Aida, que se muestra sin pudor durante casi todo el metraje, en el papel más difícil y más redondo de su corta carrera. 
El artista y la modelo es una película fundamentalmente estética, artística, si bien es cierto que en algunos momentos se pierde en disertaciones pedantes que la lastran ligeramente. La historia está narrada con mimo, con amor, y con el ritmo cadente que el tema necesita. Es una película sugerente, emotiva, hermosa, alegre y trágica. Con grandes presencias (a las de Rochefort y Folch, habría que sumar las de Cardinale y Lampreave). Una cinta arriesgada y ambiciosa, que le ha salido bien a Trueba, lo mejor que ha hecho el director desde Belle epoque.

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