SEVILLA FESTIVAL DE CINE – SECCIÓN OFICIAL________ TRANSILVANIA
El ideario Gatlif
francia, 2006.
título original: transylvania. director: tony gatlif. guión: tony gatlif. fotografía: céline bozou. música: tony gatlif y delphine mantoulet. montaje: monique dartonne. intérpretes: asia argento, amira casar, birol ünel, alexandra beaujard, marco castoldi, beata palva.
Tony Gatlif es ya un habitual del Sevilla Festival de Cine. Su anterior obra, Exils, también pasó por aquí, aunque en aquella ocasión sirvió como inauguración. Y antes, en los primeros años ochenta, su debut en el cine también pasó por el Festival de Cine que en aquel entonces tenía la ciudad. Quiere decir esto que Gatlif es ya un viejo conocido, y por tanto esperábamos ver ciertas cosa en su nuevo filme, Transilvania. Y no decepcionó. Lo cuál no quiere decir que saliésemos de la proyección con un buen sabor de boca, sino que nos ofreció exactamente lo que esperábamos: viaje, música, pasión por el estilo de vida y costumbres de los gitanos, un punto de locura en sus personajes...

Zingarina es una mujer pasional que arrastra a su amiga Marie a un viaje a Rumania, en la búsqueda de su gran amor, al que conoció en Francia pero que fue deportado. Marie no la deja sola ni un momento, porque sabe que Zingarina es capaz de cometer una locura. En una celebración pagana encuentra al hombre que busca. Pero éste le confiesa que no fue deportado, que huyó de ella, y que no la quiere. Destrozada, Zingarina se introducirá de lleno en la cultura zíngara de los habitantes del lugar, huirá de Marie, y emprenderá un viaje a la locura, a la embriaguez de las sensaciones exacerbadas.
Por un momento se puede pensar que esta cinta mejorará las anteriores obras del director, o por lo menos que el estilo que utilizará será distinto. De hecho, ahí están Asia Argento y Amira Casar para hacer pensar eso, pero a los dos segundos de metraje (y no es una exageración) uno ya percibe que está ante lo mismo de siempre: viaje, música, gitanos... Lo cual no es malo en sí. El problema es que Gatlif parece que no sabe hacer otra cosa.
Además, la interpretación de la hija del mítico director italiano del giallo, Dario Argento, no termina de convencer, y ella no tiene toda la culpa; ¿qué decir de un guión que no explica por qué, de buenas a primeras, ella se "convierte" en gitana, o en el que su famoso tatuaje del ángel en su abdomen, aparece o desaparece sin sentido alguno?
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