SEVILLA FESTIVAL DE CINE – SECCIÓN OFICIAL________ ALGUNOS DÍAS EN SEPTIEMBRE
Los días que cambiaron al mundo
francia-italia, 2006.
título original: quelques jours en septembre. director: santiago amigorena. producción: paulo branco. guión: santiago amigorena. fotografía: christophe beaucarne. música: laurent martin. montaje: sarah turoche. intérpretes: juliette binoche, john turturro, sara forestier, tom riley, nick nolte, mathieu demy, saïd amadis, magne brekke, joel lefrançois, alexis galmot, jean-luc lucas, roberto moro, julien husson.
El argentino Santiago Amigorena, respetado guionista y novelista afincado en Francia desde hace años, debuta en la dirección fílmica con esta cinta que también escribe, una cinta de espías con toques políticos y hecha (en parte) para trabajar con uno de sus grandes ídolos: Nick Nolte, que tiene un papel corto pero fundamental en la historia.
A principios de septiembre de 2001, Elliot, un agente americano de la CIA desaparece. Poco antes ha enviado un mensaje a Irene, una agente francesa que solía trabajar con él, y a la que le pide que localice a su hija, a la que abandonó diez años atrás (el mismo tiempo que hace que Irene no sabe nada de él) y que se encuentren poco después. Les ayudará David, hijo adoptivo de Elliot, del que ambas desconocían su existencia. El trío será perseguido por un asesino sin escrúpulos, con problemas psicológicos y con dotes poéticas, cuya única intención es localizar a Elliot, que parece tener cierta información sobre unos hechos que cambiarán el mundo en poco tiempo. Las pistas dejadas por el agente les llevarán de París a Venecia, donde parece ser que Elliot llegará poco después.
Amigorena ha tenido la suerte de contar con un reparto espectacular, desde el nombrado Nolte o John Turturro entre ellos, y entre ellas, Juliette Binoche (como nunca antes la habíamos visto, empuñando pistolas y disparando como si tal cosa) y la joven Sara Forestier, cuyo nombre crece cada vez más (ya dio que hablar hace un par de años con La escurridiza), y que acaba de estrenar El perfume, en la que tiene un pequeño papel.
francia-italia, 2006.
título original: quelques jours en septembre. director: santiago amigorena. producción: paulo branco. guión: santiago amigorena. fotografía: christophe beaucarne. música: laurent martin. montaje: sarah turoche. intérpretes: juliette binoche, john turturro, sara forestier, tom riley, nick nolte, mathieu demy, saïd amadis, magne brekke, joel lefrançois, alexis galmot, jean-luc lucas, roberto moro, julien husson.
El argentino Santiago Amigorena, respetado guionista y novelista afincado en Francia desde hace años, debuta en la dirección fílmica con esta cinta que también escribe, una cinta de espías con toques políticos y hecha (en parte) para trabajar con uno de sus grandes ídolos: Nick Nolte, que tiene un papel corto pero fundamental en la historia.
A principios de septiembre de 2001, Elliot, un agente americano de la CIA desaparece. Poco antes ha enviado un mensaje a Irene, una agente francesa que solía trabajar con él, y a la que le pide que localice a su hija, a la que abandonó diez años atrás (el mismo tiempo que hace que Irene no sabe nada de él) y que se encuentren poco después. Les ayudará David, hijo adoptivo de Elliot, del que ambas desconocían su existencia. El trío será perseguido por un asesino sin escrúpulos, con problemas psicológicos y con dotes poéticas, cuya única intención es localizar a Elliot, que parece tener cierta información sobre unos hechos que cambiarán el mundo en poco tiempo. Las pistas dejadas por el agente les llevarán de París a Venecia, donde parece ser que Elliot llegará poco después.
Amigorena ha tenido la suerte de contar con un reparto espectacular, desde el nombrado Nolte o John Turturro entre ellos, y entre ellas, Juliette Binoche (como nunca antes la habíamos visto, empuñando pistolas y disparando como si tal cosa) y la joven Sara Forestier, cuyo nombre crece cada vez más (ya dio que hablar hace un par de años con La escurridiza), y que acaba de estrenar El perfume, en la que tiene un pequeño papel.
El filme tiene evidentes tintes políticos que no han sido comprendidos por todo el mundo del mismo modo. El propio director reconoce que hay quien ve demasiado proamericanismo en la cinta, y hay quien ve un antiamericanismo más que evidente. Lo cierto es que la historia sirve para plantear un decorado mundial previo a los terribles atentados del 11-S (fecha en que termina la película) al World Trade Center de Nueva York (con el ligero error de horario al presentar los hechos en una televisión en la mañana de Venecia, cuando en realidad fue en la mañana americana y en Europa eran ya las cuatro de la tarde), y dejar constancia de la teoría que muchos sostienen de que se conocían los hechos antes de que ocurrieran, que se podían haber evitado y no se hizo por oscuros motivos e intereses político-financieros.
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