SEVILLA FESTIVAL DE CINE – SECCIÓN OFICIAL________ EUFORIA
¡Qué lástima!
rusia, 2006.
título original: eyforiya. director: ivan vyrypayev. producción: giya lordkipanidze y aleksandr shein. guión: i. vyrypayev. fotografía: andrei naidyonov. música: aidar gainullin. montaje: igor malakhov. intérpretes: polina agureyeva, maksim ushakov, mikhail okunev, maksim litovchenko, madlen dzhabrailova, yegor golovenkin, aleksandr shein, aleksandr vdovin, rustem yuskayev.
Con una película que dura apenas setenta y cuatro minutos, y escrita y dirigida por un autor teatral que ha obtenido numerosos y prestigiosos premios en su país y cuyas obras se han representado en medio mundo, uno esperaba ver una historia con personajes que transmitieran fuerza, emociones, y que, además, aprovechara los medios que el cine le brindaba (que son todos, ya que para este filme se le brindó la oportunidad de usar prácticamente todo lo que quisiera, desde grandes grúas, planos aéreos con helicóptero, a escenarios grandiosos) para crear una película que hiciera historia. Y Vyrypayev lo ha hecho, pero por todo lo contrario.
La historia es muy simple. Pavel no puede soportarlo más y decide contarle a Vera que no puede olvidarla desde que la vio en una boda reciente. Ella le confiesa que también sintió algo. Pero Vera tiene marido y una hija pequeña con los que vive en un remoto lugar de la estepa. Aún así, aprovecha una oportunidad para escapar con Pavel, aunque su marido no permitirá la afrenta.
La construcción de los planos, la composición estética de los mismos es casi sublime, no sólo en los paisajes de las extensas estepas rusas, con sus bellas puestas de sol, sino también en los planos cercanos, en los de los humanos, en los habitáculos cerrados de las austeras viviendas de los mismos, la belleza es aterradora. Pero, ¿dónde está la historia?, ¿dónde los personajes? No hay, no aparecen, e inevitablemente el filme se ve lastrado por ello.
Lo mismo ocurre con la música: únicamente dos melodías (en realidad, una sola, pero en dos versiones: orquesta completa y acordeón). Muy bella la primera, no tanto la segunda, pero usadas ambas de modo arbitrario y reiterativo, en cualquier situación, en cualquier momento, incluso cuando la situación pide a gritos un silencio que sería aún más apabullante con ese escenario tan inmensamente vacío.Una verdadera lástima, porque se podría haber conseguido mucho más con tanto talento visual y con los medios de los que (se nota) ha dispuesto.
rusia, 2006.
título original: eyforiya. director: ivan vyrypayev. producción: giya lordkipanidze y aleksandr shein. guión: i. vyrypayev. fotografía: andrei naidyonov. música: aidar gainullin. montaje: igor malakhov. intérpretes: polina agureyeva, maksim ushakov, mikhail okunev, maksim litovchenko, madlen dzhabrailova, yegor golovenkin, aleksandr shein, aleksandr vdovin, rustem yuskayev.
Con una película que dura apenas setenta y cuatro minutos, y escrita y dirigida por un autor teatral que ha obtenido numerosos y prestigiosos premios en su país y cuyas obras se han representado en medio mundo, uno esperaba ver una historia con personajes que transmitieran fuerza, emociones, y que, además, aprovechara los medios que el cine le brindaba (que son todos, ya que para este filme se le brindó la oportunidad de usar prácticamente todo lo que quisiera, desde grandes grúas, planos aéreos con helicóptero, a escenarios grandiosos) para crear una película que hiciera historia. Y Vyrypayev lo ha hecho, pero por todo lo contrario.
La historia es muy simple. Pavel no puede soportarlo más y decide contarle a Vera que no puede olvidarla desde que la vio en una boda reciente. Ella le confiesa que también sintió algo. Pero Vera tiene marido y una hija pequeña con los que vive en un remoto lugar de la estepa. Aún así, aprovecha una oportunidad para escapar con Pavel, aunque su marido no permitirá la afrenta.
La construcción de los planos, la composición estética de los mismos es casi sublime, no sólo en los paisajes de las extensas estepas rusas, con sus bellas puestas de sol, sino también en los planos cercanos, en los de los humanos, en los habitáculos cerrados de las austeras viviendas de los mismos, la belleza es aterradora. Pero, ¿dónde está la historia?, ¿dónde los personajes? No hay, no aparecen, e inevitablemente el filme se ve lastrado por ello.
Lo mismo ocurre con la música: únicamente dos melodías (en realidad, una sola, pero en dos versiones: orquesta completa y acordeón). Muy bella la primera, no tanto la segunda, pero usadas ambas de modo arbitrario y reiterativo, en cualquier situación, en cualquier momento, incluso cuando la situación pide a gritos un silencio que sería aún más apabullante con ese escenario tan inmensamente vacío.Una verdadera lástima, porque se podría haber conseguido mucho más con tanto talento visual y con los medios de los que (se nota) ha dispuesto.
2 comentarios:
ud lisa y llanamente es un mogolico con un ordenador y banada ancha a su disposicion.
voy a buscar esa pelicula porque seguro es genial
Publicar un comentario