EL NUMERO 23
Paranoia al cubo
estados unidos, 2007.
título original: number 23. director: joel schumacher. producción: beau flynn y tripp vinson. guión: fernley phillips. fotografía: matthew libatique. música: harry gregson-williams. montaje: mark stevens. intérpretes: jim carrey, virginia madsen, logan lerman, danny huston, rhona mitra, lynn collins.
Lo he comprobado: si sumo el día y el mes de mi cumpleaños, el resultado es 23. Y si sumo las cifras del año en que nací, 23. Es más, sumando los valores numéricos de las letras de mi nombre completo, obtengo 285 (y 28-5=23!!) Y podría ir más allá: ¿os habeis fijado en qué día escribo esto?, exacto: el 23. ¿Qué significa esto? Dos cosas: que tengo mucho tiempo que perder haciendo cálculos absurdos, y que el mundo está lleno de casualidades.
Jim Carrey (al que muchos, entre los que me incluyo, descubrieron como actor en El show de Truman, considerando sus trabajos anteriores simples payasadas sin valor alguno -lo mismo ocurrió años antes con Tom Hanks, quien tras cintas como Esta casa es una ruina, Socios y sabuesos, y un largo etc, se "descubrió" como actor y hasta ganó dos Oscar...-) se pone en la piel de Walter, trabajador de una perrera, al que su mujer, pastelera, le regala un libro que le cambiará la vida: El número 23. En cuanto empieza su lectura, Walter encuentra numerosas similitudes entre su vida y lo que cuenta el libro. Además, al igual que el protagonista del mismo, empezará a percatarse de que su vida está marcada desde su nacimiento por la dichosa cifra, y empezará una búsqueda paranóica del significado que se esconde detrás de todo ello.
Lo que queda claro, a medida que la trama va avanzando,
es que el protagonista de la historia no es una lumbrera, precisamente. Aquí pasa como con la famosa leyenda urbana de Ricky Martin y la nocilla (o mermelada, según quien cuente la historia): que todos conocen a alguien que conoce a alguien que ha oido que alguien la ha visto. Me explico: la paranoia de Walter por el número 23 le viene de la lectura del libro que ha escrito un tal Topsy Kretts (juego de palabras absurdo para "alto secreto", como si lo que se contara tuviese una importancia vital); éste cuenta su propia vivencia, y es que también sucumbió a la locura por el mismo número tras conocer a una obsesionada rubia suicida, quién a su vez había enloquecido a través de un antiguo novio que había perdido la cabeza por lo mismo (de este tipo sabemos poco más que ya no está entre los vivos).
El problema de la cinta de Schumacher es que es de esas películas (que lamentablemente abundan más de lo deseado) que van inflándose con los minutos, creciendo, para al final, con un giro tan inesperado que resulta absurdo (y muchas veces, como aquí, poco creible) reventar y quedar en un bluff de cuidado. De los que hacen historia.
Bueno... siempre nos quedará Virginia Madsen, fabulosa (como casi siempre) en su doble papel.

Lo que queda claro, a medida que la trama va avanzando,

El problema de la cinta de Schumacher es que es de esas películas (que lamentablemente abundan más de lo deseado) que van inflándose con los minutos, creciendo, para al final, con un giro tan inesperado que resulta absurdo (y muchas veces, como aquí, poco creible) reventar y quedar en un bluff de cuidado. De los que hacen historia.
Bueno... siempre nos quedará Virginia Madsen, fabulosa (como casi siempre) en su doble papel.
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