SFC – SECCIÓN EUROPA_EUROPA _____________ LA CIUDAD DE LOS TARROS
Ingeniería genética
islandia, 2006.
título original: mýrin. director: baltasar kormákur. producción: agnes johansen, baltasar kormákur, lilja pálmadóttir. guión: baltasar kormákur y arnaldur indriðason, basado en la novela de arnaldur indriðason. fotografia: bergsteinn björgúlfsson. musica: mugison. montaje: elísabet ronaldsdóttir. intérpretes: ingvar egger sigurðsson, ágústa eva erlendsdóttir, björn hlynur haraldsson, ólafía hrönn jónsdóttir, atli rafn sigurðsson, þorsteinn gunnarsson.
La islandesa es una filmografía corta. No por falta de talento ni de medios, claro. Pero en un país que no llega a los trescientos mil habitantes tampoco se puede pedir tanto. Sin embargo, cada vez que uno tiene la extraña oportunidad de poder ver un filme de aquel frío país (en señaladas ocasiones como este festival) suele ser una agradable sorpresa.
En esta ocasión nos encontramos con un oscuro y frío (y no sólo por los nevados, vastos y casi
desérticos paisajes, un personaje más de la historia) thriller policial, que nada tiene que envidiarle a cualquiera de los que, en países con más producción, triunfan en taquillas.
Ganador el año pasado con los galardones a la mejor película, mejor director, mejor actor o actriz, mejor actor o actriz de reparto y al mejor sonido o música en los Premios de la Academia Islandesa (los Edda), y este 2007 en Karlovy Vary del Globo de Cristal a la mejor película, La ciudad de los tarros nos cuenta la investigación que debe emprender el inspector Erlendur cuando un anciano aparece asesinado en su casa. No hay pistas, ni rastro del culpable. Pero en la casa encuentra una foto de la tumba de una joven que murió años atrás. Entonces descubrirá que la víctima, años atrás, había sido acusada de terribles crímenes, aunque nunca le condenaron. Cuando Erlendur reabre el caso se topa con una serie de pruebas forenses nada usuales, que deja al descubierto secretos que van mucho más allá del asesinato del anciano, y que tienen que ver con el estudio genético de todo un país.
islandia, 2006.
título original: mýrin. director: baltasar kormákur. producción: agnes johansen, baltasar kormákur, lilja pálmadóttir. guión: baltasar kormákur y arnaldur indriðason, basado en la novela de arnaldur indriðason. fotografia: bergsteinn björgúlfsson. musica: mugison. montaje: elísabet ronaldsdóttir. intérpretes: ingvar egger sigurðsson, ágústa eva erlendsdóttir, björn hlynur haraldsson, ólafía hrönn jónsdóttir, atli rafn sigurðsson, þorsteinn gunnarsson.
La islandesa es una filmografía corta. No por falta de talento ni de medios, claro. Pero en un país que no llega a los trescientos mil habitantes tampoco se puede pedir tanto. Sin embargo, cada vez que uno tiene la extraña oportunidad de poder ver un filme de aquel frío país (en señaladas ocasiones como este festival) suele ser una agradable sorpresa.
En esta ocasión nos encontramos con un oscuro y frío (y no sólo por los nevados, vastos y casi
desérticos paisajes, un personaje más de la historia) thriller policial, que nada tiene que envidiarle a cualquiera de los que, en países con más producción, triunfan en taquillas.Ganador el año pasado con los galardones a la mejor película, mejor director, mejor actor o actriz, mejor actor o actriz de reparto y al mejor sonido o música en los Premios de la Academia Islandesa (los Edda), y este 2007 en Karlovy Vary del Globo de Cristal a la mejor película, La ciudad de los tarros nos cuenta la investigación que debe emprender el inspector Erlendur cuando un anciano aparece asesinado en su casa. No hay pistas, ni rastro del culpable. Pero en la casa encuentra una foto de la tumba de una joven que murió años atrás. Entonces descubrirá que la víctima, años atrás, había sido acusada de terribles crímenes, aunque nunca le condenaron. Cuando Erlendur reabre el caso se topa con una serie de pruebas forenses nada usuales, que deja al descubierto secretos que van mucho más allá del asesinato del anciano, y que tienen que ver con el estudio genético de todo un país.
Ciertamente es un filme muy interesante, que mantiene en vilo durante todo el metraje, transmitiendo el frío de las situaciones y del lugar, y con una temática que el cine de Hollywood ha usado a veces, aunque nunca de modo tan serio y reflexivo como aquí, los estudios de la genética como arma.
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