19.11.08

SFC (SECCIÓN OFICIAL)____________________ DELTA

Dos corderos en una manada de lobos

hungría-alemania, 2008.
título original: delta. director: kornél mundruczó. producción: victoria petrányi, sussane marian, philippe bober, ági pataki, gábor kovács. guión: yvette bíró, kornél mundruczó. fotografía: mátyás erdély. música: félix lajkó. montaje: david jancsó. intérpretes: félix lajkó, orsi tóth, lili monori, sándor gaspar.

El argumento de la historia me atrajo desde un principio (cuando leí la información de la película quiero decir), por el morbo que siempre despierta este tipo de temática. Después descubrí que el director era el mismo que hace tres años nos sorprendió (por utilizar un verbo condescendiente), también en la Sección Oficial de este mismo festival, con Johanna. Entonces temí. Temí lo peor. Pero he de reconocer que la cinta de Mundruczó me sorprendió, esta vez en el mejor sentido de la palabra.Sería difícil (y mucho) que la cinta se llegue a estrenar en España, y mucho más que llegue a alguna ciudad más allá de Barcelona o Madrid; así que preparaos para un comentario en el que abundan detalles imprescindibles para comprender la historia, y por tanto, a un destripado casi absoluto del filme, en los próximos párrafos.
El argumento, en esencia, es sencillo: un joven regresa al lugar de su infancia, que había dejado siendo un niño, a los solitarios parajes del delta, un laberinto de canales y vegetación que hace que los habitantes del lugar estén prácticamente aislados del resto de la humanidad. La madre lo saluda fríamente, le dice que no tiene sitio para que se quede, y le descubre que tiene una hermana, cuya existencia desconocía, una chica frágil y tímida que no duda en unirse a él. Los dos deciden construirse una casa en medio del río, alejados de todo y de todos. Un día invitan a los del pueblo a una cena. Pronto descubrirán que los otros no aceptan su relación “contra natura”.O bien yo vi algo en la película que nadie más vio, o bien los demás vieron algo que yo no vi, o vimos lo mismo, pero a mi me interesó y a los demás no. Digo esto porque, al parecer, fui el único defensor de Delta de entre los miembros de la crítica que charlábamos con regularidad tras cada pase de prensa.
Una de las dudas que pueden surgir es ¿por qué decide la chica tan rápidamente irse con su hermano, al que jamás había visto antes? Hay varios planos y situaciones que pueden aclararlo, y es que la chica, tímida y retraída, está oprimida por el padre, quien la ha violado (y, suponemos, golpeado) repetidas veces, desde que era apenas una niña (no hay absolutamente nada que nos haga suponer que la violación que sí vemos -una secuencia casi sobrecogedora, a pesar de estar rodada con un gran plano general- sea la primera, más bien al contrario), con la casi segura connivencia de la madre. La llegada del hermano supone una puerta abierta a una nueva vida, la única posibilidad que ha tenido hasta entonces de escapar de aquel infierno.En cuanto al tema del incesto habría que destacar la elegancia con la que el director ha rodado la historia, más intuida que vista. Quiero decir, que bien podría entenderse que el espectador se deja llevar y ve un incendio donde ni siquiera hay rescoldos. Son tres (contados) los momentos en los que puede entenderse que existe dicha relación: 1) un primer beso, en la pantalla vemos al chico de espaldas, ella se sitúa frente a él, quedando invisible para nosotros, y al momento, vemos aparecer la cabeza de la chica por encima del hombro del chico, y le besa, pero ni se ve dónde (muy fácilmente podría ser en la mejilla), ni él la besa a ella, ni ella le abraza, ni él la abraza a ella; 2) un segundo “beso” en el que sólo vemos los pies de él, y los de ella que se acerca, se detiene frente a él, y se aúpa poniéndose de puntillas, pero sólo vemos eso, dos pares de pies, nada más; 3) la pareja de hermanos durmiendo juntos, están tapados (no vemos si están desnudos o no), no están abrazados, es más, ni siquiera se rozan, y él le está dando la espalda a la chica...Es decir, el incesto es, cuánto menos, supuesto. Se podría decir incluso que no existe. Sería una historia, más que sobre un incesto, sobre la lucha por lo que uno quiere, independientemente de lo que piensen los demás, de las convenciones sociales ancladas desde mucho tiempo atrás en el subconsciente. Una especie de 'vive y deja vivir', reflejada en la historia de dos hermanos entre un grupo de enemigos, dos corderos en un pueblo de lobos.
Una última curiosidad: Mundruczó parece tener una extraña ojeriza a Orsi Tóth, la actriz protagonista, que ha trabajado con él en sus tres películas (ambos debutaron en el cine con el mismo filme, Pleasant days), y a la que siempre termina por hacerle sufrir una violación, agresiones varias y, como colofón, asesinándola.

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