SEVILLA FESTIVAL DE CINE – SECCIÓN OFICIAL________ LUCES DEL ATARCEDER
Historia de un perdedor
finlandia-alemania-francia, 2006.
título original: laitakaunpungin valot. director: aki kaurismaki. producción: a. kaurismaki. guión: a. kaurismaki. fotografía: timo salminen. música: melrose. montaje: a. kaurismaki. intérpretes: Jaén hyytiänen, maria heiskanen, maria järvenhelmi, ilkka koivula, aarre karén, tommi korpela, juhani niemelä, matti onnismaa, kati outinen.
Tercera entrega de la trilogía, tras Nubes pasajeras (que hablaba del paro) y Un hombre sin pasado (que se ocupaba de la falta de vivienda), Luces del atardecer trata de la soledad. El director finés es fiel a su estilo sencillo, con personajes pausados, que casi no hablan, que transitan por el mundo sin pena ni gloria, que son (en resumidas cuentas) pobres diablos sin nada que perder y mucho que ganar, aunque acaben sin ganar nada.
Koistinen trabaja en una empresa de seguridad. Lleva allí varios años, pero todavía no le conocen, o le tratan como si no existiera. Es un solitario a la fuerza, sin amigos, sin pareja, que sueña con crear su propia empresa y hacerle la competencia a la que ahora le paga. Un día, una bella chica se sienta en su mesa cuando él está comiendo, y se siente interesada por él, o eso parece. Él se enamora profundamente de la chica, pero esta le utiliza para fines poco lícitos, contratada por terceros. Aunque él es fiel, honesto, y no tiene la más mínima intención de delatarla.
En esta edición del Festival, la sección oficial se ha visto lastrada por la presencia de obras menores de grandes nombres. Nuri Bilge Ceylan, Otar Iosseliani, Claude Chabrol o el mismo Aki Kaurismaki (director de esta Luces del atardecer) se presentaban al concurso creando grandes expectativas entre la crítica especializada, que se vieron frustradas por la calidad de las películas presentadas que, si bien eran superiores a muchas de las restantes participantes, no eran tan buenas como se esperaba de ellas.La cinta de Kaurismaki es como todas las cintas de Kaurismaki, pausada, sin llegar a ser soporífera, con ese sol que casi nunca llega a ponerse del todo propio de los países y las tierras de muy al norte, que dan una luz especial a todas sus creaciones. Una historia sencilla, que se ve con facilidad, pero que no termina de conmover como otras cintas anteriores del director.
finlandia-alemania-francia, 2006.
título original: laitakaunpungin valot. director: aki kaurismaki. producción: a. kaurismaki. guión: a. kaurismaki. fotografía: timo salminen. música: melrose. montaje: a. kaurismaki. intérpretes: Jaén hyytiänen, maria heiskanen, maria järvenhelmi, ilkka koivula, aarre karén, tommi korpela, juhani niemelä, matti onnismaa, kati outinen.
Tercera entrega de la trilogía, tras Nubes pasajeras (que hablaba del paro) y Un hombre sin pasado (que se ocupaba de la falta de vivienda), Luces del atardecer trata de la soledad. El director finés es fiel a su estilo sencillo, con personajes pausados, que casi no hablan, que transitan por el mundo sin pena ni gloria, que son (en resumidas cuentas) pobres diablos sin nada que perder y mucho que ganar, aunque acaben sin ganar nada.
Koistinen trabaja en una empresa de seguridad. Lleva allí varios años, pero todavía no le conocen, o le tratan como si no existiera. Es un solitario a la fuerza, sin amigos, sin pareja, que sueña con crear su propia empresa y hacerle la competencia a la que ahora le paga. Un día, una bella chica se sienta en su mesa cuando él está comiendo, y se siente interesada por él, o eso parece. Él se enamora profundamente de la chica, pero esta le utiliza para fines poco lícitos, contratada por terceros. Aunque él es fiel, honesto, y no tiene la más mínima intención de delatarla.
En esta edición del Festival, la sección oficial se ha visto lastrada por la presencia de obras menores de grandes nombres. Nuri Bilge Ceylan, Otar Iosseliani, Claude Chabrol o el mismo Aki Kaurismaki (director de esta Luces del atardecer) se presentaban al concurso creando grandes expectativas entre la crítica especializada, que se vieron frustradas por la calidad de las películas presentadas que, si bien eran superiores a muchas de las restantes participantes, no eran tan buenas como se esperaba de ellas.La cinta de Kaurismaki es como todas las cintas de Kaurismaki, pausada, sin llegar a ser soporífera, con ese sol que casi nunca llega a ponerse del todo propio de los países y las tierras de muy al norte, que dan una luz especial a todas sus creaciones. Una historia sencilla, que se ve con facilidad, pero que no termina de conmover como otras cintas anteriores del director.
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