SEVILLA FESTIVAL DE CINE – SECCIÓN OFICIAL________ BORRACHERA DE PODER
Un pobre Chabrol
francia, 2006.
título original: l’ivresse du pouvoir. director: claude chabrol. producción: patrick godeau. guión: odile barski y c. chabrol. fotografía: eduardo serra. música: matthieu chabrol. montaje: monique fardoulis. intérpretes: isabelle huppert, françois berléand, patrick bruel, marilyne canto, robin renucci, thomas chabrol, philippe duclos.
Uno de los platos fuertes de la sección oficial a concurso era, a priori, esta cinta que venía avalada por la presencia de Claude Chabrol en la dirección, la gran Isabelle Huppert como protagonista (casi) exclusiva de la cinta y, en menor medida, Eduardo Serra encargado de la fotografía.
La jueza Jeanne Charmant Killman es elegida para llevar un caso de malversación de fondos. El problema es que los indicios apuntan a un alto cargo. A medida que la investigación avanza, la jueza es más consciente de que hay involucrados personajes muy importantes, y se embriaga del poder que tiene, decidiendo apostarse consigo misma ver hasta dónde es capaz de llegar. Lo que no percibe es que está descuidando a su familia, y su marido, que ya se siente frustrado por vivir a la sombra de una mujer tan poderosa, se viene más abajo, sin que Jeanne se de cuenta de ello. Mientras, las trabas con las que la jueza se va encontrando son cada vez mayores.
La cinta no es, indiscutiblemente, de los mejores trabajos de un ya muy veterano Chabrol, que desaprovecha una ocasión única para hacer un retrato despiadado de la corrupción en las altas esferas, quedándose muy en la superficie, utilizando en ocasiones unos toques de humor (o intentos de sátira) demasiado inocentes, casi como si fuese un juego de niños. Incluso peca de un final quizás algo complaciente.
francia, 2006.
título original: l’ivresse du pouvoir. director: claude chabrol. producción: patrick godeau. guión: odile barski y c. chabrol. fotografía: eduardo serra. música: matthieu chabrol. montaje: monique fardoulis. intérpretes: isabelle huppert, françois berléand, patrick bruel, marilyne canto, robin renucci, thomas chabrol, philippe duclos.
Uno de los platos fuertes de la sección oficial a concurso era, a priori, esta cinta que venía avalada por la presencia de Claude Chabrol en la dirección, la gran Isabelle Huppert como protagonista (casi) exclusiva de la cinta y, en menor medida, Eduardo Serra encargado de la fotografía.

La jueza Jeanne Charmant Killman es elegida para llevar un caso de malversación de fondos. El problema es que los indicios apuntan a un alto cargo. A medida que la investigación avanza, la jueza es más consciente de que hay involucrados personajes muy importantes, y se embriaga del poder que tiene, decidiendo apostarse consigo misma ver hasta dónde es capaz de llegar. Lo que no percibe es que está descuidando a su familia, y su marido, que ya se siente frustrado por vivir a la sombra de una mujer tan poderosa, se viene más abajo, sin que Jeanne se de cuenta de ello. Mientras, las trabas con las que la jueza se va encontrando son cada vez mayores.
La cinta no es, indiscutiblemente, de los mejores trabajos de un ya muy veterano Chabrol, que desaprovecha una ocasión única para hacer un retrato despiadado de la corrupción en las altas esferas, quedándose muy en la superficie, utilizando en ocasiones unos toques de humor (o intentos de sátira) demasiado inocentes, casi como si fuese un juego de niños. Incluso peca de un final quizás algo complaciente.
Isabelle Huppert está, como siempre, magnífica. Pero ello no basta. El filme deja un pobre sabor de boca, deja con ganas de más, y aunque está por encima de muchas otras producciones, de cualquier país y género (no olvidemos que Chabrol sigue siendo un maestro), está por debajo de lo que se esperaba de él.
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