12.11.07

SFC – SECCIÓN EUROPA_EUROPA _____________ 4 MESES, 3 SEMANAS, 2 DÍAS

La película del año

rumania, 2007.
título original: 4 luni, 3 saptamini si 2 zile. escrita y dirigida por: cristian mungiu. producción: cristian mungiu, oleg mutu. fotografía: oleg mutu. montaje: dana bunescu. intérpretes: anamaria marinca, laura vasiliu, vlad ivanov, alexandru potocean, ion sapdaru, teodor corban, tania popa, cerasela iosifescu, doru ana, eugenia bosânceanu, marioara sterian.

Resulta difícil, prácticamente imposible, contar el argumento de esta cinta sin desvelar lo fundamental, lo que mueve a las dos protagonistas a hacer lo que hacen, y posiblemente todos los medios lo hagan (de hecho, incluso la sinopsis oficial, la que facilita la distribuidora a todos los medios y la publicidad del filme lo desvela), pero para los que no sepan nada, mantendré el secreto, para que cuando se estrene este filme (que se estrenará, aunque tarde un poco en llegar, acabará estrenándose) puedan ir a verla sin una idea prefijada, y lo que es mejor, sin saber de qué están hablando las chicas protagonistas, qué traman en los primeros minutos de este filme, fascinante, genial, magnífico.
Premiada (merecidísimamente) en Cannes con la Palma de Oro, el Premio FIPRESCI y el Premio del Sistema Nacional de Educación de Francia, y en San Sebastián con el Gran Premio FIPRESCI a la Mejor Película del Año; seleccionada por Rumania para los Oscar (ojo, que aquí puede estar el premio), 4 meses, 3 semanas, 2 días es una película conmovedora sobre el peregrinaje de dos chicas, dos jóvenes estudiantes universitarias por la Rumania de los últimos días del comunismo, en una sociedad que lo controlaba todo, en condiciones extremas, en busca de la ‘salvación’ a una situación que podría cambiarles la vida, y que, tomen la decisión que tomen, se las cambiará.
Otilia y Gabita son amigas, comparten habitación en una residencia de estudiantes. Pero Otilia ha reservado una habitación en un hotel barato. Ambas han quedado con un tal señor Bebe por la tarde. Ninguna de las dos ha estado antes en la situación en la que ahora se encuentran, y no saben muy bien cómo actuar.
La película tiene escenas sobrecogedoras, creando una tensión pocas veces vividas en una sala de cine. No recuerdo haberlo pasado tan mal, haber sufrido tanto por unos personajes en una sala de cine. Hay un plano larguísimo, fijo, que estremece por lo que oculta, no por lo que enseña. Otilia está en casa de su novio, cenando con la familia. La imagen sólo la recoge a ella, a su novio, y parte de la mesa. Mientras, a su alrededor todos comen y hablan. Se ve como cogen la comida, como se la pasan, como beben, se les oye comentar, criticar, reírse... En cualquier otra cinta sería un plano absurdo, pero aquí cobra una tremenda intensidad, ya que en los tres o cuatro minutos que dura el plano, mientras todos hablan de banalidades, de asuntos sin importancia, el espectador (al igual que el personaje al que vemos constantemente, sentimos su miedo, su angustia) no puede evitar tener la cabeza en otro sitio, en la habitación de hotel en la que se ha quedado la otra chica, Gabita.
Annamaria Marinca, la protagonista, (que ya recibió un BAFTA por su primer trabajo en televisión hace un par de años y pronto la veremos en lo último de Francis Ford Coppola) da a su personaje una inmensa densidad y gran credibilidad. Las interpretaciones, en general son fascinantes, y uno llega a olvidarse de que está viendo una película. La realización que ha creado Mungiu es sencillamente genial: con secuencias fluidas, sin pretensiones, sin florituras, rodando en decorados naturales, cámara al hombro, a veces enseñando toda la habitación, haciendo un barrido de 360 grados, para demostrar que no es un decorado, que aquello es un lugar real, pero sin utilizar artificios inútiles que no sirven para nada.
La mejor película del año. De muchos años.

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