SEVILLA FESTIVAL DE CINE EUROPEO (S.O.C) LOURDES
Un pequeño milagro
austria-francia-alemania, 2009.
austria-francia-alemania, 2009.
título original: lourdes. directora: jessica hausner. producción: philippe bober, martin gschlacht, susanne marian. guión: jessica hausner. fotografía: martin gschlacht. montaje: karina ressler. intérpretes: sylvie testud, léa seydoux, bruno todeschini, gilette barbier, gerhard liebmann, irma wagner, jackie wulf.
Reconozco que nunca he sido muy religioso. Por eso, a priori, no era ésta, una película que me llamara la atención precisamente. Por otro lado, Jessica Hausner ya pasó por nuestro festival hace cinco años con Hotel, una película que sí me causó una grata impresión, y no creía que ahora defraudara. Así que, resumiendo, antes de empezar la proyección, las dudas ante qué me iba a encontrar, me asaltaban.
Lourdes tiene como protagonista a Christine, una mujer que lleva casi toda su vida en silla de ruedas y que, para escapar de su aislamiento, viaja a Lourdes. Una mañana se despierta y está curada. Al parecer es un milagro. Entonces, un apuesto voluntario de la Orden de Malta, empieza a interesarse por ella. Christine se aferra a esta nueva oportunidad que la vida le ofrece, pero su curación despierta la admiración y envidia en muchas personas.
El temor mencionado estribaba en que la directora se hubiese decantado por una cinta de marcado carácter religioso. Pero, para sorpresa de muchos, no es ese el caso. Hausner ha rodado una obra en la que desata mucha mala baba. Eso sí, delicadamente, con sutileza, a veces tanta que ni se nota y llega a pasar desapercibida para el que no esté atento.
Hausner sabe tratar el argumento con acierto, y contenta a los partidarios de ambas ideas, tanto a los que apoyan el milagro como a los agnósticos más acérrimos. De hecho, en el pasado Festival de Venecia la película recibió cuatro premios, entre ellos el de las asociaciones religiosas (Signis) y, aunque parezca contradictorio, el de las asociaciones ateas. Hausner, como decimos, lanza numerosas puyas, pero de tapadillo. Sin llegar a rematar la faena, sin entrar a matar, dejándolo casi todo en el aire. Quizás sea mejor así. Hacer la chufla, el chiste fácil y reírse con bromas de sal gruesa hubiera sido demasiado fácil y no habría dado el mismo resultado.
Reconozco que nunca he sido muy religioso. Por eso, a priori, no era ésta, una película que me llamara la atención precisamente. Por otro lado, Jessica Hausner ya pasó por nuestro festival hace cinco años con Hotel, una película que sí me causó una grata impresión, y no creía que ahora defraudara. Así que, resumiendo, antes de empezar la proyección, las dudas ante qué me iba a encontrar, me asaltaban.
Lourdes tiene como protagonista a Christine, una mujer que lleva casi toda su vida en silla de ruedas y que, para escapar de su aislamiento, viaja a Lourdes. Una mañana se despierta y está curada. Al parecer es un milagro. Entonces, un apuesto voluntario de la Orden de Malta, empieza a interesarse por ella. Christine se aferra a esta nueva oportunidad que la vida le ofrece, pero su curación despierta la admiración y envidia en muchas personas.

Hausner sabe tratar el argumento con acierto, y contenta a los partidarios de ambas ideas, tanto a los que apoyan el milagro como a los agnósticos más acérrimos. De hecho, en el pasado Festival de Venecia la película recibió cuatro premios, entre ellos el de las asociaciones religiosas (Signis) y, aunque parezca contradictorio, el de las asociaciones ateas. Hausner, como decimos, lanza numerosas puyas, pero de tapadillo. Sin llegar a rematar la faena, sin entrar a matar, dejándolo casi todo en el aire. Quizás sea mejor así. Hacer la chufla, el chiste fácil y reírse con bromas de sal gruesa hubiera sido demasiado fácil y no habría dado el mismo resultado.

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