SEVILLA FESTIVAL DE CINE EUROPEO (S.O.C) FISH TANK
Vivir sin futuro
reino unido, 2009.
reino unido, 2009.
título original: fish tank. directora: andrea arnold. producción: kees kasander, nick laws. guión: andrea arnold. fotografía: robbie ryan. música: liz gallacher. montaje: nicolas chaudeurge. intérpretes: katie jarvis, michael fassbender, kierston wareing, rebecca griffiths, harry treadaway, sydney mary nash, charlotte collins.
Andrea Arnold regresa a Sevilla tres años después de que viniera a presentarnos su anterior obra, Red road. Fish tank es una película multipremiada, que va recibiendo galardones allá por donde pasa, en todos los festivales a los que acude, el más importante, el Premio del Jurado en el pasado Cannes (y esto es un aviso a lo que puede pasar en menos de una semana aquí), y es, además, según numerosas voces entendidas, la mejor película británica del año.
La directora inglesa, que ganó el Oscar en 2003 por su corto Wasp, cuenta la historia de Mia, una quinceañera inestable que vive con su madre y su hermana en un barrio suburbial. La han expulsado del colegio, no trabaja, no tiene amigos, y pasa los días deambulando por las calles, pasando el tiempo sin hacer nada. Un buen día, su madre lleva a casa a Connor, un misterioso desconocido que promete cambiarlo todo en sus vidas, y del que Mia se enamora.
Arnold crea una atmósfera opresiva, el suburbio es un acuario (el título le viene que ni pintado) por el que los protagonistas se mueven como peces, van de un lado a otro, parece que dominan la situación, conocen el terreno a la perfección, pero es un lugar del que no tienen modo de salir, fuera de él están perdidos.
La película es clara deudora de la obra de los Dardenne, sobre todo Rosetta. Al igual que en aquella, en esta Fish tank la cámara (a mano, la mayoría de las veces) persigue incansablemente a una adolescente difícil, sin medio de ganarse la vida, en su intento por sobrevivir día a día.
Andrea Arnold regresa a Sevilla tres años después de que viniera a presentarnos su anterior obra, Red road. Fish tank es una película multipremiada, que va recibiendo galardones allá por donde pasa, en todos los festivales a los que acude, el más importante, el Premio del Jurado en el pasado Cannes (y esto es un aviso a lo que puede pasar en menos de una semana aquí), y es, además, según numerosas voces entendidas, la mejor película británica del año.
La directora inglesa, que ganó el Oscar en 2003 por su corto Wasp, cuenta la historia de Mia, una quinceañera inestable que vive con su madre y su hermana en un barrio suburbial. La han expulsado del colegio, no trabaja, no tiene amigos, y pasa los días deambulando por las calles, pasando el tiempo sin hacer nada. Un buen día, su madre lleva a casa a Connor, un misterioso desconocido que promete cambiarlo todo en sus vidas, y del que Mia se enamora.Arnold crea una atmósfera opresiva, el suburbio es un acuario (el título le viene que ni pintado) por el que los protagonistas se mueven como peces, van de un lado a otro, parece que dominan la situación, conocen el terreno a la perfección, pero es un lugar del que no tienen modo de salir, fuera de él están perdidos.La película es clara deudora de la obra de los Dardenne, sobre todo Rosetta. Al igual que en aquella, en esta Fish tank la cámara (a mano, la mayoría de las veces) persigue incansablemente a una adolescente difícil, sin medio de ganarse la vida, en su intento por sobrevivir día a día.
De haber una pega, sería quizás su excesivo metraje. Pero es totalmente perdonable por sus interpretaciones, sobre todo del trío femenino, desde la pequeña Rebecca Griffiths a Kierston Wareing (que también estuvo por el SFC, y ganó, con En un mundo libre, de Ken Loach), pero sobre todo por la portentosa Katie Jarvis, que da todo un recital elevando lo que sería una buena película a algo muy especial.
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